Primera imagen por toma radiográfica (composición en grilla) y en vista frontal de la talla del Santo Cristo de La Grita. Foto: Lcdo. Miguel Ángel Márquez (2017).
Presentación
Como un
soporte a la investigación histórico-artística realizada a través de Proyecto
Experiencia-Arte, al estudio de la antigua talla barroca tachirense del Santo Cristo de La Grita efectuada en 2013, en el marco del proceso de restauración
y conservación de la misma, ordenado por la Diócesis de San Cristóbal y
dirigido por el Conservador-restaurador Lcdo. Miguel Ángel Márquez entre
noviembre de 2016 y abril de 2017, la aplicación de un sistema tecnológico de
exploración interna por medio de rayos X y digitalización, proporcionó una
nueva y valiosa información sobre el Cristo.
Además de dejar entrever el proceso creativo de la obra, permite constatar el buen estado de conservación de esta antigua talla maciza, ha dejado en
evidencia sus dos únicos elementos anexos: los brazos que se insertan en el
tronco central.
El rostro, cabeza, tronco y piernas se tallaron en una única y alargada pieza de madera
Así, y desde el enfoque de la investigación artístico-histórica de 2013,
quedó verificada con el estudio de densidades radiológicas, la hipótesis planteada en esa
oportunidad en cuanto a la estructura de una única pieza de madera sobre la cual
se talló la cabeza, el rostro, el tronco (incluyendo el nudo y volados del perizoma o paño de pureza) y las extremidades inferiores y la
presencia de anclajes y clavos de hierro internos y, como elementos agregados
a ese único tronco central, los dos brazos mediante el antiguo sistema de
caja y espiga.
Queda por igual en evidencia, la pericia del autor al trabajar la madera, por
cuanto cualquier error en el tallado le haría perder toda la pieza. Madera que, dado el considerable peso que aún posee la escultura, pareciera que conservara -en las cavidades de sus vasos leñosos- la savia, encapsulada, desde el momento cuando se cortó y se selló al colocársele la mezcla de base para la pintura de la imagen.
Dos tipos de madera en el Santo Cristo
El estudio radiográfico ha revelado un detalle desconocido hasta la fecha: la
presencia de más de una especie, o de dos tipos, de madera en la elaboración de la imagen. Esto resulta concluyente a partir de la observación de dos tipos de densidades que se corresponden con elementos o formas anatómicas leñosas diferentes o divergentes. Así, la radiografía deja en evidencia, por observación simple que las características de la madera como fibras, componentes orgánicos y vasos que transportan el agua dentro del árbol, esto es, las celdas apicales presentes en la parénquima axial y radial de las maderas, son heterogéneos en unos [por contraste de densidad heterogénea en el brazo izquierdo de la talla y cuerpo] y homogéneo en otro [densidad homogénea, brazo derecho de la talla]. Un hecho que resulta contrario a lo que se creía, que toda la escultura había sido hecha a partir de un único tronco de árbol o especie de madera.
Frondoso y viejo ejemplar de un árbol de Cedro amargo (Cedrela odorata, L. 1753. Especie en situación vulnerable y próxima a extinción). El mismo enmarca con su follaje la entrada principal de la Residencia Oficial de Gobernadores del Estado Táchira, en la carrera 17 de la ciudad de San Cristóbal. De un ejemplar similar se hizo la casi totalidad de la talla del Santo Cristo de La Grita (Foto: Santiago X. Sánchez, 2020).
Primera madera [brazo izquierdo de la talla y cuerpo]
En cedro amargo (cedrela odorata).
Este tipo de madera se visualiza por una densidad radiográfica variable producto de la presencia de amplios floemas entre la aglomeración
de células vistas en la radiografía como manchas o lagunas en color negro que se corresponden con espacios de baja o casi nula absorción radiográfica, entendido el término de absorción como el grado de resistencia de una materia a ser atravesada por fotones de luz, originando pérdida de su intensidad o velocidad inicial.
En cuanto a la verificación de lo observado, esta madera ya había sido identificada como de cedro amargo americano por análisis de laboratorio realizados a muestras enviadas a
Madrid (España) por el Conservador-restaurador Lcdo. Miguel Ángel Márquez, en
2013.
Segunda madera [brazo derecho de la talla]
Pertenece a alguna especie de la familia de las coníferas (Pinidae), ciprés (Cupressus) o robles (Quercus robur)
Es a su vez la única pieza de madera de la talla con un aspecto o consistencia opuesto al del resto, según la placa radiográfica.
En este brazo se observa una homogénea densidad o aglomeración equilibrada de diminutas células globuladas, que da el aspecto de una ordenada densidad, al poseer floemas diminutos, motivo por lo que no se aprecian aquí las amplias manchas o lagunas negras observables (vacíos) en el resto de la talla.
Por ello, este tipo de densidad permite asociar la madera del brazo derecho con una de tallo leñoso que presenta las características de pertenecer a un tipo de madera del grupo de las coníferas
(pino), cupressaceae (ciprés) o del grupo quercus (roble), si bien se debe esperar a que se le realice -en un futuro- un análisis de laboratorio para determinar con precisión el tipo de madera.
Otros objetos
Para una lectura y comprensión integral de la imagen radiográfica, que refleja el interior de la talla del Santo Cristo de La Grita, resulta importante destacar que las áreas de alta absorción de rayos X, esto es muy radio-opacas o zonas con bajo nivel de gris (más blancas o de alta densidad del material), son producidas por la absorción o retención total de los rayos X en los objetos de metal que se encuentran en su interior, como lo son las bases o anclajes de las potencias en la cabeza, clavos en los dedos y en los pies, o la chapa o lámina de metal que sirve de base al perno que permite fijar la imagen a la cruz.
Planteamiento de una hipótesis explicativa o causal sobre el por qué de diferentes maderas en la talla
Determinar el por qué de la presencia de dos diferentes tipos de madera en la talla del Santo Cristo de La Grita, es tarea en extremo difícil que sólo se podría precisar con el hallazgo de algún documento antiguo que dé información sobre esa situación. No obstante sí podemos plantear una
conjetura o hipótesis explicativa de carácter inferencial –entre las múltiples que se pueden
presentar- sobre el origen de esta diferencia y que puede ser validada o rechazada por los resultados de futuros hallazgos o investigaciones.
Al
analizar la estructura de ambos brazos, encontramos considerables
divergencias en la factura o elaboración del corte y tallado del ensamblaje o anclaje (que siguen la técnica de ensamblaje de caja y espiga), hecho que nos podría posicionar ante la obra de dos autores o talladores.
El anclaje o canto de la espiga del brazo derecho (izquierdo para el observador), en probable madera de pino, ciprés o roble, se presenta
cuidadosamente cortado en forma lineal o con precisión geométrica. Su cepillado o tallado
resulta cuidadoso y con un reducido vuelo (o lengua) en la espiga con respecto al resto del
brazo.
En el brazo izquierdo (derecho para el
observador), se observa que la espiga de está poco tallada, es tosca y sin un trazado lineal. Es considerablemente más gruesa que la del brazo derecho (izquierdo del observador) y se adentra con más profundidad, hecho visible por medio de los rayos
X, en el interior del madero central.
Por ello, de esta
situación, la explicación más simple nos lleva a inferir, como se dijo inicialmente, que nos encontramos
frente al producto de dos estilos de trabajar la madera y, con probabilidad,
ante dos talladores diferentes.
En consecuencia, se plantea una hipótesis explicativa plausible o causal primaria: El brazo
derecho de la talla tiene una mayor antigüedad con respecto al resto de la obra por cuanto pareciese que el resto de la escultura se hubiese realizado con posterioridad, para
adaptarla a ese brazo. De lo contrario, y planteando hipotéticamente que este brazo hubiese
sido originalmente en madera de cedro amargo, y por un accidente fortuito se haya
fracturado, la caja o agujero para la espiga del brazo sustituto debería ser similar a la del brazo
izquierdo de la talla o presentar un probable relleno para lograr el correcto
ajuste entre la delgada espiga del brazo sustituto en madera de conífera y la
gruesa caja que hubiese dejado la espiga (similar a la del lado izquierdo de la imagen sacra) del brazo anterior fracturado. Esto, por las imágenes de rayos x obtenidas, al parecer no se da.
Por igual, se puede derivar de la explicació o hipótesis inicial planteada, una secundaria: el
madero de la cruz (del cual hasta la fecha se desconoce a que tipo de árbol pertenece), con su diseño y ensamblaje del siglo XVI, podría resultar
más antiguo que la talla del Santo Cristo.
Esto
ofrecería, a su vez, una posible explicación al hecho actual de sobresalir los dedos
de la mano izquierda del Santo Cristo de La Grita, de la longitud del madero. Si los dedos
estuviesen cerrados (como lo especificaba la tradición iconográfica de la época), sí encajaría la
mano izquierda de la talla con el madero de la cruz, siendo esto lo visualmente artístico y correcto. La talla del Santo Cristo de La Grita tiene la particularidad o singularidad iconográfica de presentar las manos talladas de forma idéntica, ambas en posición de bendición. El hecho de sobresalir estos dedos de la longitud del madera ha sido la causa por la cual esa mano presenta más restauraciones y retoques, por ser la más propensa o quedar más expuesta a golpes y daños en la movilización de la imagen.
Coincidiendo con la tradición, cualquiera de los posibles orígenes planteados siempre están vinculados a un
terremoto
Los orígenes y motivos para la anterior acción sí se mantendrían vinculados y
concordando con la tradición, con un terremoto, pero no el de 1610. Esto se sostiene con base en la documentación o registros de la época, entre los cuales destaca la descripción que hace el superior de los frailes franciscanos en el Nuevo Reino de Granada, fray Pedro Simón quien, en su carácter de superior, supervisó el convento
de La Grita en 1612 y 1613. Constató, en persona, que para la fecha el convento de San Francisco de La Grita sólo contaba con tres frailes: dos en las doctrinas (campos) y uno en el convento (ciudad), con el cargo de fraile guardián. Asimismo, registró las experiencias de esos frailes y de habitantes de La Grita sobre el fenómeno natural del terremoto del día de San Blas, en 1610.
En esas narraciones se habla de fenómenos geológicos que se dieron en los campos, sobrevivientes, sagrario e imagen mariana que se salvaron de la destrucción, y no hace mención alguna a la elaboración, posterior al terremoto, de una imagen de Cristo crucificado por alguno de sus hermanos de orden, ni a ningún prodigio relacionado con esa talla.
No
obstante, si se avanza en los acontecimientos, para 1644 se registró otro terremoto de gran intensidad que
destruyó a La Grita, San Cristóbal y a otras ciudades de Los Andes (Mérida y
Trujillo). Este fenómeno natural se encuentra más próximo al primer registro documental verificable, que
se ha encontrado hasta la fecha, sobre el Santo Cristo y el cual data de 1669, cuando ya se hace referencia a la existencia de la Cofradía del Santo Cristo de La Grita.
Así, y con base en los anteriores argumentos, se puede plantear la siguiente hipótesis explicativa o causal: El terremoto del año 1644 hizo colapsar nuevamente la estructura de madera y tapias de la iglesia
conventual de San Francisco, en La Grita, destruyendo una
primera imagen de un Cristo crucificado (probablemente traída de España en los primeros años de la fundación de la ciudad, hacia 1578).
De esta primitiva imagen sólo habría quedado intacto o salvado,
el brazo derecho; siendo éste reutilizado posteriormente en la reconstrucción
de la totalidad de la imagen del crucificado por parte de un fraile tallista o artesano escultor.
Igualmente, esta hipótesis puede ofrecer una explicación a la singularidad de la obra, en cuanto reproduce de forma idéntica la disposición de los
dedos en ambas manos, los cuales están en posición de bendición.
La simetría de las manos no sigue la ortodoxia o cánones artísticos de la época, los cuales únicamente consideraban válido tallar, en actitud de bendición, la mano derecha y la izquierda presentarla con los dedos cerrados para simbolizar el dolor del crucificado. Se reproducían ambas manos en idéntica posición, cuando los dedos no estaban en actitud de bendición, y en la actual talla del Santo Cristo de La Grita, ambas manos se presentan con los dedos extendidos, y en idéntica actitud de bendición.
Por igual se tiene que, desde fines del siglo XVII y en el siglo XVIII, coincidiendo con el período de mayor esplendor y libertad del arte barroco, la libertad artística de los autores, escultores o tallistas presenta como algo común, en la tradición iconográfica cristiana, la elaboración de Cristo crucificado con idéntica posición de las manos, en actitud de bendición. Como un ejemplo de esto, se tienen las tallas de los cristos compostelanos (en Galicia, España) del período antes mencionado.
Créditos del estudio radiológico
El estudio se efectuó en la Unidad de radiología «Santo Cristo», en la ciudad de La Grita el día 8 de marzo de 2017, en presencia del Párroco Rector de la Basílica del Espíritu Santo, Pbro. Nepomuceno Hernández; el Dr. Samir Sánchez, especialista en historia del arte y editor de Proyecto Experiencia-Arte; el médico Dr. Daniel Guerrero (quien donó el trabajo de realización de las radiografías); la Técnico Radiólogo Mariana Guerrero, el Conservador-Restaurador de la talla, Lcdo. Miguel Ángel Márquez y el productor Martín Useche con el equipo audiovisual de la Televisión Regional del Táchira encabezado por el camarógrafo Gabriel Duque. (Foto: Parroquial-Basílica del Espíritu Santo de La Grita, Unidad de Radiología «Santo Cristo»; Foto composición: Conservador-restaurador Lcdo. Miguel Ángel Márquez, 2017).