miércoles, 24 de enero de 2024

De Rerum Memoria. Dos documentos de 1818 para la historia del Táchira: Ratificación de San Sebastián como santo patrono de la Villa de San Cristóbal y de San Cristóbal mártir de Licia como santo titular de su iglesia matriz │Two Documents for the Táchira State History. A voyage through time




Mons. Rafael Lasso de la Vega (Santiago de Veragua, Panamá, 1764 - Quito, 1831), Obispo de Mérida de Maracaibo para 1818 (Foto: Samuel Hurtado, 2007. Óleo sobre lienzo que se conserva en el Palacio Arzobispal de la ciudad de Quito, Ecuador. Reproducción con fines didácticos).


Primer documento: Requerimiento episcopal


El Obispo de Mérida de Maracaibo, Mons. Rafael Lasso de la Vega envía una carta pastoral a todas las parroquias de su Diócesis solicitando información sobre los patronos de los pueblos y titulares de las iglesias parroquiales que lo hayan sido desde 1630. Esta comunicación llegó a San Cristóbal y el texto de la misma es el siguiente (se mantiene la ortografía del documento original):


“Rafael pr. la Gracia de Dios y de la Sta. Sede Apostólica. Obispo de Mérida de Maracaibo del Consejo de S. Magtd / Siendo uno de los beneficios que el pueblo Christiano debe reconocer dando por ello culto especial á Dios, tener y venerar algun Santo, Misterio ó advocación pr. Patrono del lugar ó Titular de su Iglesia: y estando mandado que cuando son canónicamente elegidos, tenga rezo y Misa respectivamente, abstinencia de obras serviles: deseando tambien en esta parte llenar los deberes de ntro. Ministerio, ordenamos á los Vs. Vicarios, que cada uno en su partido haga manifiesta esta ntra. notificación en todos los curatos; y que cada Cura exponga á su continuación cual sea el Patrono, ó el Titular en la inteliga. de que, si es Patrono, ha debido ser tenido como tal en quieta posesion desde antes del año de 1630; y si es titular propuesto como tal al Prelado, y concedido así al tiempo de edificarse la Iga. la primera vez. Si hubiere duda se expondrá también. Y si existieren documentos que acrediten algo de lo dicho se acompañarán en términos que hagan fé. Con ello podremos disponer en los calendarios de que Santos Misterios ó Advocaciones debe rezarse como tales Patronos ó titulares: y cuales exijan ulterior inquision ó diligencias. El cura que primero la reciba la pasará al segundo; [y así los demás) baxo de responsabilidad, y precepto que le imponemos. /Dada en N. Palacio Episcopal de la M. N. y L. ciudad de Marac°á 22 de abril de 1818./ RAFAEL./ Obispo de Merida de Marac° / Por mandato de S. S. I. el Obpo. Mi Señor / José Dion°. De Arriaga / Notro. Eccl. [Documento en: SILVA, Antonio Ramón, Mons., Documentos para la Historia de la Diócesis de Mérida, Imprenta Diocesana, tomo IV, Mérida, 1922, pp. 103-104: Documento XXXIX].


Segundo documento: Decreto episcopal sobre los titulares y santos patronos de la Villa de San Cristóbal y su jurisdicción capitular eclesiástica


Una vez recibida las respuestas de cada una de las parroquias de la Diócesis, en el caso de la Vicaría capitular de la Villa de San Cristóbal, el Obispo de Mérida de Maracaibo, Mons. Rafael Lasso de la Vega decidió que:


“[f. 8.] Maracaibo, noviembre 20 de 1818. Por lo acordado con el Cabildo Eclesiástico declárase la quieta y pacífica posesión de San Sebastián en su Patronato de la Villa de San Cristóbal, observándose el mismo rito y solemnidad que en esta ciudad de Maracaibo y por titular al mismo San Cristóbal mártir de Licia, éste con sola solemnidad de Misa por el día en que cae, y habiendo primera Misa de Santiago, Patrono universal 
[nota: esta aclaratoria de precedencia de celebraciones la hizo el Obispo Lasso por cuanto las festividades de Santiago apóstol y San Cristóbal mártir de Licia caían el mismo día, el 25 de julio, ya que en el culto de dulía de las rúbricas tridentinas se especificaba que las fiestas de los apóstoles tenían primacía sobre la de los santos mártires]. Y San Sebastián celébrese con el voto de primera clase, octava y credo y fiesta de ambos preceptos [f. 8v.]. Por titular en Táriba Ntra. Sra. de Consolación, en el día 15 de agosto; en Lobatera Ntra. Sra. del Rosario de Chiquinquirá en su propio día que es la domínica primera de octubre; en Capacho el glorioso Apóstol San Pedro y en Guásimos, San Agatón papa y mártir en el 20 de enero. Todos los dichos titulares con el rito de primera clase, octava y credo, pero sin obligación aun de oír misa, si por otro motivo no fuere ya de precepto. Así se tendría presente para la formación de los calendarios, comunicándose al venerable Vicario de San Cristóbal para que en la parte que corresponda, circule su noticia a todos los curas. (sigue una línea tachada) El Obispo (existe una rúbrica). Ante Mí. José Dionisio de Arriaga, Secretario (existe una rúbrica). Se pasó oficio al Vicario con inserción del anterior Decreto”. [Archivo Arquidiocesano de Mérida, Curatos, 10.208, ff. 7-8v. SILVA, Antonio Ramón, Mons. Documentos para la Historia de la Diócesis de Mérida, Imprenta Diocesana, tomo IV, Mérida, 1922, pp. 105-106: Documento XLI]


En cuanto a la Vicaría capitular de la ciudad de La Grita, decidió:


«Por lo acordado con el M. V. Cabildo Eclesiástico, declárese titular de la la S. I. parroquial de la ciudad de La Grita el Espíritu Santo cuya fiesta teniendo ya por la Iglesia Universal todo el rito correspondiente también á tal titular obsérvese sin innovación. Y sólo como Patrono menor la de la Transfiguración del Señor en la advocación del Santo Cristo de la dicha ciudad» [SILVA, Antonio Ramón, Mons. Documentos para la Historia de la Diócesis de Mérida, tomo IV, Mérida, 1922, p. 104].

Es por todo lo anterior que, cumpliendo la tradición de la liturgia romana, en solemne ceremonia religiosa realizada miércoles el 5 de abril de 1961, el Obispo diocesano Mons. Alejandro Fernández-Feo Tinoco al consagrar el nuevo altar mayor de la recién remodelada Iglesia Catedral en la ciudad de San Cristóbal colocaba en las lipsanotecas de dicho nuevo altar, las reliquias de los mártires patronos San Sebastián y San Cristóbal, las cuales quedaban dignificadas por estar bajo la Mensa Domine o Mesa del Señor donde se rememoraba el sacrificio de Cristo y por el cual ellos fueron testigos y dieron su vida, confesando la misma la fe de los apóstoles, fueron mártires ["Grandiosa consagración de la Santa Iglesia Catedral, Traslado de las reliquias". Diario Católico, jueves 6 de abril de 1961, año XXXVII, No. 10790, portada, San Cristóbal].



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miércoles, 17 de enero de 2024

ADN ancestral tachirense [el pasado revelado]. Un indicador de relaciones biológicas entre las poblaciones antiguas y actuales del Estado Táchira│Ancient Tachiran DNA, Genetics & Genealogy. Unlocking the Past



Foto: Portada de la Revista Táchira Histórica. Nº 15, octubre-diciembre 2023. San Cristóbal, Estado Táchira. Diseño de José Antonio Pulido Zambrano (2023). Reproducción autorizada y con fines educativos.




Tras las antiguas huellas genómicas... Lo que se lee en el ADN mitocondrial tachirense.

PROYECTO EXPERIENCIA ARTE comparte el novedoso e interesante artículo del Dr. Bernardo Zinguer (2023) quien, junto a un equipo interdisciplinar de investigadores y colaboradores, analizó por primera vez una muestra del ADN de nativos adultos tachirenses contemporáneos o modernos pero con una ascendencia de antigua raigambre. Esto es, que todos sus antepasados se puede rastrear documentalmente como nacidos y habitantes del Táchira hasta el siglo XVIII y más [a través de los libros sacramentales de las parroquias eclesiásticas más antiguas], incluyendo en ellos el ADN del hombre más longevo del mundo para la fecha del estudio [nacido en la aldea Mesa de Pernía, cerca de la población de El Cobre, el 27 de mayo de 1909]. De esta forma quedan revelados, genéticamente, los patrones de la variada y valiosa estructura poblacional del Estado Táchira. 

Para saber de dónde provienen nuestros antepasados, pues cada región del mundo tiene una huella genética diferente o diferencias que surgieron a lo largo de miles de año durante la prehistoria cuando las poblaciones humanas eran pocas y estaban separadas, se tomó como principio que el ADN (ácido desoxirribunucleico) es la molécula que contiene la información genética de todos los seres vivos, este trabajo viene a ser un primer mapa genético del Táchira que brinda nuevas perspectivas para conocer el impacto que en la huella genómica de la población actual tuvieron los movimientos migratorios que se produjeron en su territorio, por parte de antiguas poblaciones. 

O, en palabras del investigador postdoctoral en el Instituto Broad del MIT, Anthony Wilder Wohns (Science, vol 375, Nº 6583, de 25 de febrero de 2022), "Básicamente es comprender toda la historia humana que está escrita en nuestros genes".

Para ello, partiendo de la manera como se hereda el ADN, el método seguido en el estudio tachirense fue el de agrupación de coincidencias de material genético con familiares cercanos y lejanos, en grupos con un mismo origen étnico y cultural, ya preestablecidos. 

Esto consiste en contrastar cada muestra de ADN obtenida con la información que existe de estudios previos  en paneles de referencias de otras muestras humanas antiguas y modernas almancenadas en las bases de datos de las compañías que proveen un  análisis de ADN y cuyos árboles genealógicos muestran una ascendencia homogénea en una misma región o etnia que se retrotae a muchas generaciones.

De esta forma, los porcentajes que se dan o expresan en la investigación, para cada grupo étnico (perfil genético), permiten conocer la genómica histórica de la población tachirense o rutas de migración poblacional anterior, o desde el siglo XVI, a través de un estimado porcentual  del número de coincidencias de características genéticas (huellas en genomas) de cada nativo tachirense comparado con otras muestras de ADN que se tienen [en esas bases de datos] de contemporáneos. 

Coincidencias que se dan porque el ADN de las muestras estudiadas y las existentes en esas bases de datos descienden, convergen o coinciden en un porcentaje mayor o menor con un antepasado o ancestro antiguo común (que pueden ser nonos, bisabuelos o parientes de segundo y tercer grado o más lejanos en el tiempo que una vez compartieron un núcleo familiar, de allí el nombre de ancestros) y que tienen un origen geográfico específico y una ascendencia cultural y social común. 

Esto significa que nacieron y vivieron en una región determinada del planeta. O, explicado de otra forma, en cada región del planeta existe un conjunto único de características genéticas que son compartidas mayoritariamente por los descendientes de las poblaciones nativas de esas regiones, por lo que esas características distinguen a cada una de ellas permitiendo establecer patrones comparativos, modelos genéticos-étnicos o grupos étnicos. Cualquier desplazamiento o migración de los descendientes de esos pobladores nativos permite ser rastreada hasta su lugar de origen.

Así, los resultados del estudio -de los cuales tenemos mucho que aprender- se nos presentan como un expectante viaje en el tiempo a los orígenes del pueblo tachirense, identificando y siguiendo las huellas impresas en nuestro ADN. Huellas, llevadas a números en torno a porcentajes de ascendencia, que van desde la vinculación con la primera y única migración de grupos humanos a América desde Asia, los paleoamericanos, hace más de 23.000 años, hasta con las diferentes migraciones poblacionales y el intercambio genético que se sucedió a partir del siglo XV de nuestra era con el descubrimiento de América en 1492 por parte de los españoles. O, en otras palabras, es un recorrido paralelo asociativo entre las antiguas historias escritas y dejadas por diferentes cuturas y las antiguas biomolécuas del genoma humano. 

En una intricada triangulación de datos, el estudio científico del ADN mitocondrial (que se hereda de generación en generación sólo por vía materna, de madres a hijas e hijos); del ADN nuclear (se hereda por vía paterna y materna) y del Haplotipo del cromosoma Y humano (que se hereda sólo por vía paterna, de padres a hijos o herencia uniparental del cromosoma Y, tiene un solo origen, no tiene recombinacones sino sólo mutaciones en períodos de miles de años) vino a resultar en una sumatoria del origen, de la diversidad y de las dinámicas migratorias de los grupos humanos que se asentaron y se hicieron homogéneos en el espacio tachirense. Estos grupos tuvieron por fuelle, fuego y crisol la imponente y majestuosa geografía del Táchira. 

Un todo que se convierte en un verdadero E pluribus unum (expresión en latín que significa «De muchos, uno») que formó todo nuestro genoma mestizo o criollo. Un mestizaje biológico que sobre el cual se formó nuestro carácter, nuestra cultura, nuestra tachirensidad y con ella nuestra identidad actual, para ser lo que somos como parte de la humanidad.

Samir A. Sánchez, Deusto-Bilbao (España), enero de 2024.


● Artículo de investigación publicado originalmente en la Revista Táchira Histórica, Nº 15, octubre-diciembre 2023. Forma parte de otros tres artículos relacionados que contextualizan el primer estudio sobre el ADN tachirense. Reproducido por Proyecto Experiencia-Arte con autorización y para fines educativos.

● La versión completa del trabajo, en archivo PDF, se puede descargar accionando en la pantalla el pequeño recuadro con flecha de salida [Pop out content] que se encuentra en el extremo superior derecho:






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