domingo, 14 de julio de 2013

Apuntes para la historia del urbanismo tachirense. La nomenclatura de las calles de Lobatera en 1856 │ A History of Urbanism in the Táchira State: Lobatera 1856

 



Carrera de Bolívar o Carrera 4 de la población de Lobatera, para 1914, Antigua Calle Real. 

Tras las montañas se encontraba la ciudad de San Cristóbal, capital del Estado Táchira. La foto refleja la descripción del Dr. Juvenal Anzola quien pasó por allí en 1912. El número de puertas, en contraste con la ausencia de ventanales, indica la elevada actividad comercial que tenía la población de Lobatera para la época, por encontrarse en pleno camino real entre Estación Táchira y San Cristóbal, tal y como lo describe el Dr. Juvenal Anzola para 1912: "Percibí en este lugar aliento de generosa vida y movimiento mercantil: además del majestuoso y sólido templo en construcción, conté siete tiendas mixtas, diez bodegas, ocho pulperías, un billar, una botica y dos hoteles. Corrieron con demasiada rapidez las gratas horas que pasamos en compañía de los amables lobatereños" (Foto: Museo del Táchira, Sala de la República, Santiago X. Sánchez, 2016).


Samir A. Sáchez (2013).


Primeras trazas

Durante el siglo XVI, en los inicios de las trazas de San Cristóbal, La Grita y Lobatera, la nomenclatura o nombres para las calles fueron dados de acuerdo a lugares significativos o geográficos, religiosos, de personas muy conocidas por los vecinos o hitos de sobrenombres que especificaban la dirección a la que el viandante se dirigían o se encontraba.

El caso que se trae al presente es el del antiguo nombre de las calles de Lobatera (población establecida en 1593) al norte de la Villa de San Cristóbal. Los mismos quedaron registrados en un informe que enviara el Presidente del Concejo Municipal del Cantón de Lobatera, Francisco Colmenares, al recién designado Gobernador de la Provincia del Táchira, Pascual Casanova, cuando éste pidió noticias sobre las cuatro capitales de los cantones que, unidos, conformaban la jurisdicción de su mandato gubernamental.

Por las características, no existe duda que se originaron y/o evolucionaron a lo largo de la época colonial española entre finales del siglo XVI e inicios del siglo XIX, llegando, así, hasta 1856, para luego desaparecer dando paso a las nuevas designaciones del sistema republicano. Copia, estas, de las políticas urbanas de numeración de viviendas y calles, así como la obligación de barrer la parte de esas calles al frente de las puertas de las casas. Una idea de Napoleón Bonaparte para Francia plasmada en su innovadora legislación de 1804.


Documento e incuria

El documento referido al urbanismo de Lobatera para 1856, cuando daba sus primeros pasos la Provincia del Táchira, se conserva en el Archivo General del Estado Táchira, en la sección Documentos 1856 (Cartas al ciudadano Gobernador y al ciudadano Secretario General de Gobierno). No obstante, es oportuno especificar que este, y otros legajos, cuando se consultaron en 2003, se encontraba en hojas sueltas, en pilas en el piso y amarradas con cabuya o en cajas de cartón expuestas a la humedad, en un depósito que amenazaba ruina en el Archivo del Estado. Desconocemos el destino de estos valiosos documentos para unos y montón de papel de estorbo o basura para otros.


Primeras referencias

Siguiendo nuestro tema, se tiene que el dato más antiguo, encontrado -hasta la fecha- que haga referencia al urbanismo de Lobatera, y al uso se nomencladores, se remonta al 2 de agosto de 1805 cuando, en una escritura testamentaria dada por la vecina María Rosa Morales y realizada ante Don Cristóbal Vivas, Teniente de Justicia Mayor de Lobatera, se hacía referencia a:

 "Una casa de estantillos cubierta de tamo bastante maltratada con sus puertas y ventanas correspondientes situada en el plan de esta Parroquia en solar propia cuyos linderos que le demarcan son por el costado del frente calle por medio con casa y solar de la viuda Isabel Chacón, por el lado de la quebrada con solar y casa de Tomasa Medina, por el costado de atrás con solar y casa de Don Juan Salvador Moncada y por la otra parte la calle real que sale a la plaza de esta Parroquia” (Libro del Registro de Escrituras y Contratos Públicos llevado por el Teniente de Justicia Mayor de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá de Lobatera. Año 1805. Registro Público Subalterno del Municipio Lobatera, Tomo III).



Imagen del urbanismo de Lobatera para 1916 (Foto: Abogado Wilmer Antonio Rey Lozada, 2020. Colorizada por Bernardo Zinguer, 2022).



Documento de 1856

En 1856 se da el documento donde quedaron registrados todos los nombres de las calles de Lobatera y su urbanismo, en el siguiente orden:

“República de Venezuela, Lobatera. 18 de agosto de 1856. 27 y 46.- Al Sr. Gobernador de la Provincia. A su comunicación de 13 del presente, enviamos los requerimientos solicitados sobre las poblaciones de la provincia cabeceras de los cantones que conforman la Provincia del Táchira. En lo que nos corresponde, esta Villa de Lobatera y cabecera del Cantón del mismo nombre es de muy antigua erección.

Está situada en un pequeño llano que forma la serranía en su mayor caída y rodeada por dos quebradas que la surten de buena agua. Según los últimos padrones, hay en ella y en sus inmediaciones 928 almas. Tiene dieciséis manzanas trazadas de las cuales se encuentran construidas doce. Lo mismo sus calles que se nombran a continuación de naciente a poniente: Cuesta del Ave María, Calle de las Huertas Secas, Calle del Higuerón, la Calle Real, Calle del Cementerio, Calle de Ánimas y la Calle del Quebradón.

De sur a septentrión: Calle del Descanso, Calle del Humilladero, Calle de la Serranía, Calle de la Cruz, Calle del camino de la Grita, Calle del camino del Páramo y el Callejón. Sobre la calle de las Huertas Secas he informado a los vecinos que aun tienen sus labranzas allí sobre el trazado por donde debe abrirse la calle y les he ordenado que en el término de ocho días deben limpiar y deshierbar las mismas de toda siembra por ser una obra de ornato y por el bien común.

La manzana central se corresponde con la plaza mayor en la cual se celebra el mercado todos los domingos. Alrededor de la plaza está la Iglesia parroquial, la casa de gobierno y la cárcel pública. El vecindario de la Villa está subordinado a una sola parroquia y su iglesia material que antes del terremoto era de mampostería y cal, bien tratada, especialmente en la techumbre, se vino en su totalidad al suelo y actualmente se está construyendo nuevamente acopiándose las maderas necesarias mientras el culto divino se celebra en una ramada. Cuenta con dos cementerios, el del Humilladero, clausurado en 1849 luego del terremoto y el del plan del Torreón de nueva creación y según las disposiciones de Ley. En sus alrededores los vecinos cultivan frutos menores, caña y cacao hacia el partido de La Parada. Cuenta esta Villa cabeza de Cantón con tres parroquias civiles sufragáneas la de San Juan, la de Constitución y la de Michelena. En lo espiritual el Venerable Cura Párroco de Lobatera atiende al vecindario de Constitución y el de Michelena al de San Juan. Es todo para su inteligencia. Dios guarde a V. Francisco Colmenares” (Archivo General del Estado Táchira, 1856).



Resulta interesante acotar que en el documento se hace uso del término "manzana" el cual se adoptó a principios del período republicano para sustituir al tradicional y colonial término de "cuadra", pero no prosperó esa iniciativa. Por igual, se debe acotar que en otra crónica de la época (mayo de 1812), se le daba el nombre de “Calle del Cuartel” a la calle que posteriormente se denominó "Calle del Camino del Páramo", por haberse ubicado en esta calle el Cuartel de Voluntarios lobaterenses organizado en 1812 para la defensa de la primera república venezolana. Allí se habían reunido 42 hombres con sus armas y estaban preparados para defender el pueblo de un posible ataque del ejército realista proveniente desde Maracaibo del cual se tenían noticias por espías que arribaría por el puerto de Guamas sobre el río Grita o por el río Escalante (consúltese al respecto: "Los Infidentes del Táchira: contribución a la Independencia" de Mario Briceño Perozo, 1961, BATT, pp. 40-45).


Epílogo

Para finalizar, es nuestro deseo que esos viejos nombres se recuperen ocupando un lugar junto a los actuales nomencladores: Ej. Calle 6, Bermúdez. Antigua calle del Cuartel, luego del Camino del Páramo; Carrera 4, Bolívar. Antigua Calle Real. 

En Lobatera, a principios del siglo XX, la Municipalidad definió como calles aquellas qué tenían sentido oeste-este y las comenzó a enumerar desde la más inmediata a la quebrada La Molina, en dirección a la serranía y las carreras (con sentido sur-norte) desde la entrada del Humilladero a la quebrada Lobatera.


No sólo representan el resumen de la historia de Lobatera o una forma muy propia, muy lobaterense,  de ordenamiento y racionalización del espacio urbano sino también huellas simbólicas que enmarcaron en su momento los imaginarios colectivos, las narrativas propias y la tranquila vida ciudadana de tiempos ya olvidados o borrados por el desasosiego e incuria del presente. Esos nombres son una herencia cultural tachirense que no debe desaparecer.



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