jueves, 28 de junio de 2012

Los Leones de Capacho, el Indio y la India, y la Fuente de los Acantos: escultura ornamental tachirense, obras del siglo XIX | The Lions of Capacho, 19th Century






«Leo, fortissimus bestiarum, ad nullius pavebit occursum». Liber Proverbiorum 30:30 - «El león, el más fuerte entre los animales, que no retrocede ante nada». Libro de los Proverbios 30:30.


La paciencia y la fuerza: una meditación sobre los leones de Capacho y la tachirensidad

En el s. XVIII las figuras escultóricas que representaban a dos leones, uno en reposo (la paciencia) y otro activo o al ataque (la fuerza), tenían el objetivo de simbolizar y manifestar los dos lados del poder del monarca o del Estado: el ejercicio de la autoridad en paz (en reposo) y el uso de la fuerza y control (de pie o activo).

Este fue el caso de las dos esculturas de leones que ordenó Carlos III de Borbón colocar en el tramo final de la escalera principal interior del Palacio Real de Madrid. Estas esculturas fueron realizadas por los artistas Felipe de Castro y Robert Michel.

En el caso de estudio que exponemos aquí, por igual no descartamos la probabilidad que el funcionario que ordenó adquirir estas esculturas ornamentales francesas decimonónicas, por orden del Presidente de los Estados Unidos de Venezuela, Gral. Cipriano Castro, partiendo de querer simbolizar el poder del nuevo Estado y gobierno presidido por los tachirenses, por primera vez en la historia de la nación venezolana, se inclinara por una representación más cercana a sus afectos y más cercana a su tierra natal: simbolizar a la historia de los dos Capachos, luego de la división del poblado original en 1875.

El nuevo con el vigor y acción de la juventud, en el león que, de pie, se muestra desafiante. El viejo, sentado, representado en la serena tranquilidad que da la seguridad de la experiencia, aquella a la que sólo se llega con el pasar de los años.

En 1927, otras dos figuras de leones se colocarán en el coronamiento del Palacio Municipal de la ciudad de San Cristóbal que, en 1931, pasaría a ser el Capitolio del Estado Táchira, siendo identificado como: el Palacio de los Leones.


Por ello, igual, y sin buscarlo, quien ordenó las esculturas para el Mercado de Capacho, logró algo más, dejar en metal fundido el símbolo representativo de la tachirensidad, desde 1907. Samir A. Sánchez (2012)



Historia constructiva y arte en el edificio del Mercado de Capacho


El 22 de octubre de 1899, el General Cipriano Castro al mando de un cuerpo armado próximo a los 2.000 voluntarios, hacía su entrada triunfal a Caracas y asumía la Presidencia de los Estados Unidos de Venezuela (denominación oficial del país para la época). 


El Estado Táchira, entidad federal y región remota casi desconocida e infravalorada por el resto del país, ahora sería conocido. El extraordinario predominio de los militares y civiles tachirenses en los altos cargos del gobierno nacional y en las presidencias de los estados federales y prefecturas de una parte considerable de los pueblos de Venezuela, conformaron una élite política regional que marcó y dominó la vida nacional en los siguientes cincuenta años.

 
Por ello, un signo de gratitud por el lar nativo y el lugar donde Castro emprendió su empresa militar el 23 de mayo de 1899, y por ser la plaza o descampado del mercado, a su vez, el sitio exacto donde inició esa campaña, con la lectura de la Proclama a los venezolanos la mañana del 24 de mayo de 1899, puede ofrecer una explicación al hecho de dotar a la población de Capacho Nuevo (Municipio Independencia, Estado Táchira, Venezuela), de un artístico edificio público que cumpliría funciones de casa de mercado cubierto, sobre el mismo lugar que ocupara el predio o descampado donde se desarrollaba el  mercado dominical, en Capacho Nuevo.

La orden presidencial se cumplió y el proyecto de la Casa de Mercado de Capacho Nuevo fue aprobado por resolución del Ministerio de Obras Públicas de fecha 11 de agosto de 1903, firmada por el ministro Ricardo  Castillo Chapellín (1851- 1950), no obstante diversa situaciones económicas y políticas prolongaron el inicio de las obras hasta 1905.

No es descartable que el ingeniero autor del primer diseño para la Casa de mercado en 1905, del ingeniero y agrimensor Carlos de la Trinidad Pirela Roo (Táriba, 4 de noviembre de 1865 - San Cristóbal, 27 de enero de 1936), o el Ingeniero de obra Román Cárdenas, director de la construcción, convirtiera el mensaje visual que quería transmitir el Presidente Castro en una idea y trazo de alzado frontal de los accesos, siguiendo una tipología clásica arquitectónica de fachada monumental en arco de triunfo de tres vanos principales y dos laterales. Diseño que reproduce el arco de la época romana imperial con el cual se conmemoraban los triunfos en las campañas militares. Este modelo fue adaptado como fachada de las primeras basílicas romanas (Ej. Basílica de San Pedro en Roma, s. IV) o en el siglo XVIII con el neoclásico, como monumento conmemorativo u ornamental, nuevamente aislado (Ej. Puerta de Alcalá en Madrid o la Puerta de Brandemburgo, en Berlín).




Plano de planta del Mercado de Capacho, original, elaborado por el Ing. Román Cárdenas, a escala 1:100 de fecha Marzo de 1907. Publicado en la Memoria y Cuenta del Ministerio de Obras Públicas de los Estados Unidos de Venezuela, para 1907. Editorial del Ministerio de Obras Públicas, Litografía y Tipografía El Comercio, Caracas, 1907 (Foto cortesía del historiador y académico Bernardo Zinguer, Retazos históricos del Táchira, 2022. Reproducción con fines didácticos de difusión del conocimiento).

Así, la construcción de la Casa de Mercado, iniciada a principios de 1907, se hizo bajo la dirección y supervisión de quien ideó y trazó sus planos, el ilustre ingeniero tachirense Román Cárdenas Silva (El Ceibal/Capacho, 1862- Caracas, 1950) luego de su regreso de Europa, donde se encontraba estudiando desde 1903. Posteriormente ejercería los cargos de Ministro de Obras Públicas y de Hacienda.

Sus orígenes arquitectónicos parten del paradigma simbólico constructivo de monumentalidad para representar las obras del nuevo Estado venezolano en la región, relegada de obras monumentales por los gobiernos anteriores; su escala urbana sólo rivaliza con la de la iglesia parroquial de San Pedro apóstol y en toda la articulación de sus elementos funcionales y ornamentales, formas, proporciones, austera belleza e impresionante visual, así como su simbolismo, se encuentran los elementos que hacen de esta edificación un hito urbano de la población de Capacho Nuevo/Independencia, que le imprime carácter y fisonomía propia al pueblo. 



Costado norte en construcción, del Mercado de Capacho. Se observa la antigua técnica constructiva romana para muros de contención. La misma que se empleó y aún se conserva en el ángulo sur o esquina más alta del muro oriental que sirve de contención a la plataforma donde se levantó el Templo de Jerusalén, en el s. I de nuestra era, en la época del rey Herodes el Grande. Allí, por la altura a salvar con respecto a la pendiente del monte Moria o Moriah, se emplearon varios niveles abovedados y los mismos fueron identificados, de forma errónea como "Los establos de Salomón". En el Mercado de Capacho la técnica se replicó en escala menor, en la elaboración de la subestructura del muro de contención norte a través de pronunciados basamentos y sólidas pilastras para recibir la descarga o presión vertical del peso de los techos, y de secciones abovedadas o en forma de bóvedas [actualmente selladas] que redirigen las fuerzas tanto verticales (de la superestructura de la edificación) como horizontales de presión interna, provenientes del empuje que ejerce la masa de montaña del costado sur. Esta técnica permitió salvar la fuerte pendiente del terreno y extender la plataforma y superestructura del Mercado de Capacho. Imagen publicada en la Memoria y Cuenta del Ministerio de Obras Públicas de los Estados Unidos de Venezuela, para 1907. Editorial del Ministerio de Obras Públicas, Litografía y Tipografía El Comercio, Caracas, 1907 (Foto cortesía del historiador y académico Bernardo Zinguer, Retazos históricos del Táchira, 2022. Reproducción con fines didácticos de difusión del conocimiento).

Carácter que mantiene aún dentro de esa especie de amalgama o "cobija de retazos" de múltiples formas, colores y proporciones o desproporciones, propio del vacío o ausencia de unidad estilística en el pensamiento del hombre moderno [sobre lo cual ya disertara Nietzsche (1844-1900) en su momento] que transformó la otrora homogeneidad del urbanismo tachirense a partir de la segunda década del pasado siglo. 

No obstante, se ha convertido en un referente monumental y símbolo arquitectónico histórico visible de la tachirensidad, al pasar a formar parte o insertarse en el tejido de su memoria colectiva.   


Costado sur y fachada occidental, en construcción, del Mercado de Capacho. Esta fachada es de estilo arco triunfal y evoca construcciones monumentales ornamentales y conmemorativas como la Puerta de Alcalá (Madrid, España) y la Puerta de Brandemburgo (Berlín, Alemania), del s. XVIII. Imagen publicada en la Memoria y Cuenta del Ministerio de Obras Públicas de los Estados Unidos de Venezuela, para 1907. Editorial del Ministerio de Obras Públicas, Litografía y Tipografía El Comercio, Caracas, 1907 (Foto cortesía del historiador y académico Bernardo Zinguer, Retazos históricos del Táchira, 2022. Reproducción con fines didácticos de difusión del conocimiento).




Un monumento y tres tiempos: 1927, 1947 y 2009




Fachada oriental y principal de la Casa de Mercado de Capacho Nuevo para 1927 y escultura del león en posición heráldica de detenido y en guardia o Statant guardant (Independencia - Estado Táchira) y paredes en original, con su paramento en obra limpia de ladrillo visto o a la vista, de probable acabado convencional y color entre ocre y rojizo, que le debió dar una extraordinaria perspectiva estética a la arquitectura de la edificación, para 1927. Una verdadera obra con unidad conceptual, donde los materiales, las técnicas, los métodos de trabajo, los alarifes y obreros se hallaron todos unidos y acompasados en lo que hacían. En cuanto a la tipología artística que le da sentido a esta fachada o la define, es la de: fachada monumental en arco de triunfo de cinco vanos. Por cuanto reproduce el arco triunfal de la época romana imperial, con el cual se conmemoraban los triunfos en las campañas militares. Foto: Rafael Dulcey, 1927. Colección digital de Juan Pablo Mendoza, 2014.



Fachada oriental y principal de la Casa de Mercado de Capacho Nuevo para 1947. De sus paredes ya desapareció la obra limpia de ladrillo visto o a la vista, la estructura y espacios no han sido alterados y las palmas del parque adyacente ganaron altura. Se aprecia la crestería metálica en la cumbrera de los techos, ornamento copiado de las construcciones francesas (Foto: Álbum conmemorativo del IV Centenario del Descubrimiento del Táchira 1547-1947, publicado por el Gobierno del Estado Táchira, 1947, s/n. Digitalización de imagen, José Antonio Pulido Zambrano, 2022).





Estado la fachada oriental y principal del Mercado cubierto de Capacho Nuevo (Independencia) para 2009. Ya se observan las paredes con un revoco de cemento o cal que oculta los ladrillos; esto es, que los muros fueron recubiertos con friso y pintura en un año anterior a 1947 y desapareció la crestería metálica de las cumbreras de los techos. Además, se agregó un friso de falsos sillares, separados  por juntas rehundidas, en los fustes de las pilastras y columnas y se cerraron dos de los cinco accesos de la fachada monumental principal, que no estaban en el diseño original. Como Bien de Interés Cultural de la nación venezolana, esta edificación quedó registrada en el Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2009. Estado Táchira, Municipio Independencia y Libertad. TA 11-14, Ministerio de Cultura, Instituto del Patrimonio Cultural, 2009, p. 41 (Foto: Instituto del Patrimonio Cultural, 2009).

La Casa de Mercado

Estilo artístico

Si bien toda la construcción de la obra, en especial por los materiales empleados y muros en ma postería y paramentos o paredes en ladrillo a la vista originalmente (ahora con revoco o recubiertos), es bastante ecléctica o de indefinición estilística. Así, ya la escasa ornamentación resulta en un atisbo de transición entre el art nouveau y el art déco (1), no existiendo, hasta la fecha, ninguna referencia documental sobre el estilo seguido, y por ello su valor original es único. 

Sólo la tradición oral con respecto al edificio señala que se realizó siguiendo el modelo o diseño de edificaciones de carácter público francesas, en especial el de las estaciones de ferrocarril de fines del siglo XIX [Ej. el interior de La Gare Paris-Saint-Lazare, en París, construida en 1837], así como los estilos constructivos de exteriores, imperantes para la época en el centro de Francia [Ej. En la población de Sancerre, en el valle del Loira]. 

Asimismo, la ornamentación escultórica exterior que se observa en la actualidad, es probable que fuese instalada en los años siguientes a su construcción. Esto se podría inferir por la ausencia de esos elementos ornamentales exentos [leones en bronce o hierro fundido] en el plano original como en la detallada descripción que se hizo en 1907, como informe al General Cipriano Castro, Presidente de los Estados Unidos de Venezuela. Allí no se hace referencia a la adquisición o montaje del grupo escultórico de los leones.   
 

Planta y alzado

Edificada con sencillez, solidez y belleza pero de expresión monumental fuerte, es una obra de ladrillo cocido (o manual) artesanal, hierro y madera, con una marquesina lateral en hierro, ornamentada y palmada (con formas de palmetas verticales en serie) en los espacios donde finaliza el alero. Por registros fotográficos se conoce que hasta 1930, las paredes y pilastras, originalmente estaban sin friso, y se podían apreciar las hiladas de artísticos ladrillos que las conformaban. En años posteriores estas hiladas fueron recubiertas con friso, como se aprecia en la actualidad.  


De esta manera, el programa arquitectónico, desde la geometría de distribución de sus espacios resultó austero pero imponente en sus sólidos volúmenes, formas y ornamentos. Para su proyecto, el arquitecto se enfrentó a un espacio en pronunciada y escarpada pendiente que niveló dando origen a una gran plataforma de 60 m de largo por 25 m de ancho, con compactos cimientos y muros de contención en piedra, visibles en su extremo noroccidental.

Asimismo, para la construcción de este muro norte, se siguieron antiguas técnicas romanas de construcción para una subestructura que contuviera la presión sobre el relleno artificial de todo el muro (junto a la carrera 7 de Capacho-Independencia) a través de niveles y/o de espacios vacíos abovedados que permiten redistribuir fuerzas, y así nivelar y extender la plataforma donde se levantó la estructura del edificio del mercado.  

Sobre la explanada referida se distribuyeron cinco módulos o secciones constructivas: tres rectángulos paralelos y dos perpendiculares a estos, generando un amplio salón hipóstilo central para las funciones del mercado propiamente, bajo techo. En sus exteriores y como elemento de cierre, el espacio del mercado quedó separado de la calle por elaboradas rejas en hierro, fijas y plegadizas (ya desaparecidas).

Su circulación central se da sobre el amplio espacio interior, sin paredes de cierre, bajo las tres alargadas crujías en sentido este-oeste, siendo la central más amplia y elevada. A su vez, estas crujías son interceptadas, perpendicularmente y en sentido norte-sur, por otras dos de igual altura que la longitudinal central. Y, ambas, cumplen la función de pórtico majestuoso a las entradas principales que en sus extremos este y oeste cierran la estructura del edificio, siguiendo el modelo distributivo monumental de los arcos de triunfo conmemorativos de la época romana imperial.

Cada una de las cinco crujías de la Casa de Mercado está cubierta por techos a dos aguas, entablado con listones y teja criolla o colonial, pares/nudillos, canales para desagüe de aguas pluviales en sentido este-oeste y sólidas pilastras de sección cuadrangular (75 x 75 cm) levantadas sobre basas toscanas y rematadas por capiteles geométricos de listón dentado (40 exentas o solas). Asimismo, las cumbreras de los techos estaban ornamentados con artísticas cresterías, estas eran formas verticales apuntadas, en serie y trabajadas en hierro, ya desaparecidas. Ornamentación propia de la arquitectura francesa del siglo XIX.  


Fachadas o pórticos

Las grandes fachadas o pórticos cerrados con pilastras cuadrangulares embebidas, al oriente o este (calle 8) y al occidente u oeste (parque o plazoleta y calle 7),  dan paso al interior del edificio a través de siete vanos: dos laterales (uno hacia el lado norte [carrera 7] y otro hacia el lado sur [carrera 6]) y cinco frontales que dan hacia las calles 8 y 7 respectivamente. 

Estos vanos tienen arcos segmentados o escarzanos y los que se encuentran junto a las puertas de acceso principal presentan modillones de arranque en sus arcos. Sobre estas puertas o vanos se encuentra una moldurada faja o cornisa, doble, con bandas lineales horizontales y verticales, con modillones y ménsulas sinuosas que sostienen los voladizos de la techumbre, haciendo un enmallado ornamental o geometrización  de ornamentos que envuelve toda la sección superior de las fachadas oriental y occidental, en relieves salientes y estilizados que se repite en los capiteles de las pilastras.

Un todo ornamental que respondía al estilo artístico arquitectónico imperante en esa época en Europa, el art  nouveau, pero cuya marcada linealidad en las formas ya avizoraba los cambios o gustos artísticos que vendrían luego con el art déco como el caso de la puerta Pacifique-Duplessis en Trois-Rivières (Canadá), construida en 1938.


El vano central o principal de la fachada, al encontrarse bajo el punto de cruce de la crujía central longitudinal con la crujía perpendicular, rompe la marcada horizontalidad de dichas fachadas al marcar un remate en líneas rectas y ápice agudo. Así, y junto a los dos vanos laterales inmediatos, esta entrada da paso a la amplía crujía central y los  vanos restantes.


En el caso de la entrada al pórtico oriental, el principal del edificio, se da a través de amplios escalones o gradas que, salvando las diferencias de desnivel por la pendiente del terreno y calle, permite la circulación vertical y se encuentra integrada funcional y ornamentalmente al espacio construido.

Los costados norte [carrera 7] y sur [carrera 6] se retranquean con respecto a las principales (retroceden en profundidad) permitiendo generar amplios pasillos exteriores de ingreso y tránsito.  


Cubiertas

Sobre las macizas pilastras y muros laterales, recaen las cargas o empuje que ejerce las cubiertas o techos, los cuales están sostenidos por armaduras metálicas del tipo W o Fink Truss. Nombre que deriva del ingeniero germano-estadounidense que las inventó en 1854 para uso en puentes de ferrocarril, Albert Fink.

Esta apuesta del Ingeniero Román Cárdenas Silva, responsable de la obra, por el empleo de cubiertas de armaduras en hierro, extremadamente fuertes al depender principalmente de barras en diagonal, y a gran escala, en sustitución de los antiguos métodos tradicionales de la región de solo atado de caña brava y pares, nudillos, soleras en madera y tirantes en hierro o madera que reparten y contienen el empuje horizontal a los muros de cierre, representó un ejemplo de utilización de este tipo de materiales modernos de construcción en el Estado Táchira, en los inicios del siglo XX. 


Entorno

El ingeniero Cárdenas Silva -con una visión a futuro- dejó proyectado el espacio de jardines (landscape gardening), denominado en el argot del diseño actual paisaje arquitectónico o de arquitectura (landscape architecture) por medio del cual se acondicionaba y organizaba el espacio que quedó sin construir del antiguo mercado, en una plazoleta con caminerías, jardines y fuente ornamental central (Fuente de los Acantos/Fontaine des Achantes). Trabajos que fueron concluidos en 1926, según inscripción en la base de la fuente ornamental de bronce (con dos pilas) que se conserva en la actualidad.

Los bronces de Capacho

Los leones






León detenido y en guardia, con pátina original en color negro, del grupo escultórico «Los leones de Capacho». El león de pie o activo, para el siglo XVIII, era la expresión del ejercicio de la fuerza y autoridad por parte del monarca o del Estado en tiempos de guerra o cuando era necesario hacer uso de la fuerza o control, y en nuestro caso planteamos la hipotétsis que se colocó como representación simbólica de Capacho Nuevo-Independencia. La imagen capta la pátina original que recubría este león y las demás esculturas: pátina negra con acabado en pulimento, probablemente hecha a partir de nitrato de cobre quemado a través de la técnica del pavonado por calentamiento. La obra fundida por Maurice Denonvilliers, tiene por autor, según la Asociación para el resguardo del patrimonio cultural de Francia [https://e-monumen.net/mots-cles/venezuela] al escultor francés Samson-Philippe Bouteiller, 1767-1812 (Foto: Kevin Vásquez, 2010). Este estilo francés de escultura animalista, muy similar y de moda en la época, lo podemos observar en las obras del escultor francés Antoine-Louis Barye (1795-1875). Como ejemplo, se tiene el león sentado de la Puerta de los Leones del Palacio del Louvre, en París. Obra de Barye de 1847. 


Estas primeras obras que llegaron al Táchira, se corresponden con dos grupos escultóricos con pátina de color  negro, con acabado en pulimento [obtenida esta pátina a partir de nitrato de cobre quemado o lo que se conoce como técnica del pavonado por calentamiento], verdadera antología representativa del gusto artístico-escultórico europeo de fines del siglo XIX. El bronce era considerado, en su momento, el material más adecuado para obras ornamentales por su alta resistencia en intemperies. 


El primero conformado a su vez por dos leones de bronce (o hierro fundido), de gallarda actitud y exentos, que fueron denominados Los Leones de Capacho, permaneciendo en nuestros tiempos como los símbolos más fotografiados de la población de Independencia/Capacho Nuevo. Estos leones, adquiridos en Francia, se destinaron a ornamentar el costado sur de la casa del Mercado Cubierto de Capacho Nuevo-Independencia.  


Los leones, de proporciones y tamaño que reproducen la escala natural de un león (propio del naturalismo decimonónico, con detalles precisos como la forma y amplitud de sus guedajas), fueron fundidos en dos secciones cada uno y de altura ajustable. Según la inscripción o marca en su basamento, son una obra de fundición de Maurice Denonvilliers (1848-1907), uno de los más altos representantes de la metalurgia francesa de fines del siglo XIX. 


Los leones fundidos por Denonvilliers como esculturas naturalistas, se le atrubuyen por autor, según la Asociación para el resguardo del patrimonio cultural de Francia al escultor francés Samson-Philippe Bouteiller (1767-1812) para el león de pie, y a Jean-Baptiste Gustave Deloye (1838-1899) para el león sentado.  

En principio es importante acotar que las esculturas ornamentales decimonónica de leones se empleaban en los palacios reales como símbolo del poder del monarca o del Estado. Así tenemos que en el Palacio Real de Madrid (España), en el punto donde finaliza la escalera principal interna, Carlos III ordenó colocar las figuras de dos leones: uno en posición activa y otro en reposo y así simbolizar los dos lados del poder, cuando se gobierna en paz y cuando es necesario hacer uso de la fuerza y control. Pr igual, en lo que respecta a la forma o estilo, las mismas se retrotraen o convergen en su origen en los modelos de león esculpidos por el artista renacentista Flaminio Vacca o Vacchi (Roma, 1538 - Roma, 1605). Vacca elaboraba sus esculturas como es el caso de los Leones de Médici que se encontraban presidiendo las escalinatas de ingreso a Villa Médici en Roma, a partir de modelos escultóricos de la antigüedad romana que él mismo encontró en las afueras de Roma, en la vía Prenestina cerca de la Porta Tiburtina o Puerta de San Lorenzo, los cuales databan del siglo II de nuestra era. La marca personal de escultor romano quedaba grabada en sus trabajos en mármol o bronce como «OPVS FLAMINII VACÆ ROMANI».





Escultura de un león pasante con orbe (del siglo I d. C. aproximadamente y copia romana de una obra griega más antigua) que se expone en el Museo del Louvre (París). Elaborada en basanita verde (león) y mármol amarillo (orbe). Perteneció a la colección de antigüedades de Villa Albani, casa del Cardenal Alessandro Albani (1692-1779) en Roma. Formaba parte de las esculturas antiguas del cardenal que conservaba en el salón de su villa, denominado 'Del rey bárbaro conquistado' (Foto: Samir A. Sánchez, 2023). 



En cuanto al segundo grupo escultórico ornamental que llegó al Táchira, se tiene a las estatuas de "Retour des champs" (Regreso de los campos) y "Le faucheur" (El segador) que representan escenas relacionadas con las faenas de la agricultura: el hombre, sediento, interrumpe su trabajo de siega del trigo para beber agua; la mujer, regresa del campo con el fardo de trigo cortado. 


Estas artísticas esculturas ornamentales fueron instaladas en las esquinas del Concejo Municipal y el Colegio Nacional (actual sede del Cuartel), en una fecha posterior a 1907, por cuanto no se mencionan en las relaciones de finalización de los trabajos del edificio del Mercado. En la región, a este grupo escultórico se le conoce comúnmente como "La India y el Indio de Capacho".  










León sedente o sentado [el Sedant del leguaje heráldico], con pátina original en color negro (probablemente hecha a partir de nitrato de cobre quemado a través de la técnica del pavonado por calentamiento) y acabado en pulimento, del grupo escultórico «Los leones de Capacho». El león sedente o en reposo para el siglo XVIII era la expresión del ejercicio de la autoridad por parte del monarca o del Estado en tiempos de paz, y en nuestro caso planteamos la hipotétsis que puede se colocó como representación simbólica de Capacho Viejo-Libertad. Al fondo se observa la fuente de los Acantos con dos pilas ornamentales, elaborada en bronce o hierro fundido e inaugurada en 1926. La obra fundida por Maurice Denonvilliers, como escultura, tiene por autor, según la Asociación para el resguardo del patrimonio cultural de Francia [https://e-monumen.net/mots-cles/venezuela] al escultor francés Jean-Baptiste Deloye (1838-1899). Foto: Samir Sánchez, 2010.



La India/Retour des Champs




«Retour des champs»
(Regreso de los campos), obra de arte de la escultura en bronce o hierro fundido, con pátina original en color negro con acabado en pulimento (probablemente hecha a partir de nitrato de cobre quemado a través de la técnica del pavonado por calentamiento), naturalista, de finales del siglo XIX. Según la marca en su peana, fue fundida por Maurice Denonvilliers, Francia, 1879 y como escultura naturalista es obra del francés Charles Augustin Adolphe Itasse (1829-1893). Es conocida en la región como «La Campesina» o «La India de Capacho». Se encuentra en la Casa-cuartel de Capacho Nuevo/Independencia, instalada en 1907. Es la escultura en bronce más antigua en el Estado Táchira, por fecha de fundición. Le siguen la estatua pedestre de «El Libertador Simón Bolívar» (1893), en la plaza Bolívar de Lobatera y el busto del «Bolívar cívico» (1912) que se encuentra en la plaza del Rectorado de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET, San Cristóbal). Foto: Samir Sánchez/Sigrid Márquez (2010/2013).


En cuanto a la escultura «Retour des champs», esta fue exhibida en el Salón de París de 1879. En el libro-catálogo de dicho año, se describe una escultura con el mismo nombre y características, elaborada en yeso por el escultor francés Charles Augustin Adolphe Itasse (1829-1893), por lo cual se ha asociado que sea la misma obra, pero llevada al bronce o hierro fundido posteriormente por Maurice Denonvilliers y adquirida y trasladada luego a Capacho Nuevo.
 

Es importante acotar, para establecer una valoración artística de la misma, que en el siglo XIX no existía un mercado o comercialización para las obras de arte. Un pintor o escultor que quisiera darse a conocer y alcanzar fama en la época, debía exponer sus obras en el Salón Oficial de París, siempre y cuando cumpliera con las estrictas normas clásicas o cánones que establecían las academias de Bellas Artes.


Así, nos encontramos con el caso de Edouard Manet cuando quiso exponer en el Salón su obra «La merienda campestre» pero fue rechazada por la directiva, quienes criticaron el desnudo femenino -presente en la misma- y la prohibieron. 


Este rechazo dio origen para que Manet, junto a otros artistas a quienes no les dejaban exponer sus obras como Monet, Renoir y Degas, dieran origen al movimiento pictórico francés conocido como el Impresionismo


En el caso de la obra «Retour des champs», expuesta en el Salón de París de 1879, la misma causó  una notable impresión en la sensibilidad del poeta Paul Demeny - de la misma tendencia literaria decimonónica de Víctor Hugo y Arthur Rimbaud- cuando la observó, motivo por el cual le dedicó el siguiente soneto:


Retour des  Champs / Regreso de los campos

La brune paysanne est partie à l'aurore |
La atezada campesina, sale con la aurora
Pour les blés onduleux pleins de coquelicots. | hacia los ondeantes trigales salpicados de amapolas.
Où tour à tour l'épi s'assombrit et se dore. | Donde el de continuo de días, oscurece la espiga y dora.
Docile au vent d'été qui lui courbe le dos. | Dócil al viento del verano que mece sus semillas.

Sa grâce l'ennoblit, sa pudeur la décore; |
La ennoblece su gracia y su modestia la decora;
Son pied nu des sillons affronte les cahots. | Su pie desnudo sobre el camino, a las piedras desafía.
Et son robuste bras que rien n'enserre encore | Y su robusto brazo ya no labora
Soutien tout le jour faucilles et râteaux. | con el asir de rastrillos y de hoces en porfía.

Elle revient le soir avec sa blanche chèvre. |
Con su blanca cabra, regresa al atardecer.
Et, portant fièrement sa gerbe aux mille fleurs. | Y, trayendo altiva mil flores en manojo.
Elle suit les sentiers embaumés de senteurs. | Cubre con fragancias el camino por doquier.

— Fille des champs féconds, jamais ta saine lèvre |
Hija de los campos fecundos, jamás tu vívido labio de cereza
Ne s'est trempée aux eaux noires de la cité: | en citadinas y negras aguas alcanzó a mancharse:
Ta beauté rude est faite avec ta pureté! | ¡Tu natural belleza está hecha de tu pureza!

Paul Demeny
(1844-1918)
Fuente: Biliothèque nationale de France, Gallica Bibliothèque.
Catalogue Illustré du Salon de 1879 http://gallica.bnf.fr

Traducción rítmica y semántica al castellano por Samir A. Sánchez (2013).


El Indio/Le Faucheur o Le Moissonneur



Obra «Le faucheur» (El segador) o «Le moissonneur» (el cosechador), elaborada en hierro colado por Sylvain Kinsburger, hacia el año 1900, se encuentra en el Parc des Grandes-Promenades de Wassy (Haute-Marne), Francia (Foto: Lilou-52, 2013, http://mamieninne.eklablog.com/wassy-le-parc-des-grandes-promenades-a50199088).









«Le faucheur» (El segador) o «Le moissonneur (el cosechador)», escultura en bronce o hierro fundida, con pátina original en color negro con acabado en pulimento (probablemente hecha a partir de nitrato de cobre quemado a través de la técnica del pavonado por calentamiento), de estilo naturalista de finales del siglo XIX, que representa a un segador, sediento, que interrumpe su trabajo para beber agua, contenida en una típica calabaza europea. Ls estatua fue elaborada por Sylvain Kinsburger (1855-1935) y fundida por Maurice Denonvilliers, en Francia (no tiene fecha de fundición y/o elaboración, solo la firma del autor y la marca del fundidor). Se encuentra en la Casa-cuartel de Capacho Nuevo/Independencia, donde fue instalada en 1907. Se le conoce como «El Indio». (Foto: Samir Sánchez/Sigrid Márquez Poleo 2010/2013). Es probable que Kinsburger, se inspirara para la elaboración de esta escultura, en una pintura costumbrista del artista belga Charles Soubre (1821-1895), conocida como «Le faucheur assoiffé» (El segador sediento).


Denonvilliers, tuvo su taller en el pueblo de Sermaize-les-Bains, Departamento de La Marne, Francia. Asociado con su padre, Claude-Léon Denonvilliers desde 1877, fundió importantes obras como fuentes, esculturas de ornato público y esculturas religiosas (en su mayoría por ser un católico practicante y militante de las ideas políticas del catolicismo social de la época como discípulo de  Léon Harmel). La sociedad de la fundición Denonvilliers cesó sus actividades en 1897, pero Maurice Denonvilliers continuó realizando trabajos a título personal.  


Sobre estos leones, no se han encontrado referencias directas del autor o autores sobre si su elaboración e instalación respondía únicamente a fines ornamentales o la misma tenía añadido un carácter simbólico. 


Desde nuestro punto de vista de la disciplina de la Historia del arte y partiendo del análisis de su representación, ubicación y posición, consideramos que reunían esas dos funciones y que fueron adquiridos ex professo por una persona que conocía la historia de Capacho y la función del lugar donde se colocarían: el Mercado cubierto municipal, punto que había sido el lugar tradicional de encuentro de los habitantes de los pueblos de los dos Capachos, así como lugar de las antiguas rencillas que se dieron entre sus habitantes luego de la división del pueblo original -fundado en 1604- como producto del terremoto de 1875.



Vista superior: Atardecer en la Casa de Mercado de Capacho Nuevo (Independencia) de 1927 y escultura del león sedente. Vista inferior: Panorámica de Capacho Viejo (Libertad), fundado como pueblo de doctrina en 1602 y convertido en resguardo en 1627. La alargada casona de paredes encaladas, era la sede de la Jefatura Civil y Junta Comunal de la época. En el extremo izquierdo (desde el punto de vista del observador) se detallan las siluetas de las primeras estribaciones montañosas del Alto de Crespo y en un primer plano, las ruinas de una pared de tapia, la cual permanece aún para 1927 como testigo del terremoto de 1875, que causó la división de los antiguos pobladores, dando origen, una parte de ellos, a Capacho Nuevo (Independencia). La ruinas del terremoto pasaron a formar parte del paisaje capachense hasta la tercera década del siglo XX. La empinada y ochavada torre del campanario de la Iglesia de San Emigdio, cuyo techo tiene la particularidad de marcar con su cumbre, el divortium aquarum entre las aguas que drenan al Lago de Maracaibo (derecha del observador) y las que drenan hacia el río Orinoco (izquierda del observador), permaneció enhiesta hasta 1981, cuando otro terremoto colapsó su estructura interna, siendo demolida el mismo año. (Foto: Colección digital de Juan Pablo Mendoza, 2014).
  






Vista lateral derecha de la escultura (izquierda del observador) del león en posición heráldica de detenido y en guardia. Foto: Samir Sánchez, 2010


Si se parte del análisis de la simetría ornamental del edificio del mercado, entendiéndose ésta como la forma de disponer los objetos en torno a un eje real o imaginario, de modo que cada uno de ellos se corresponda con otro situado al otro lado del eje con tal precisión que genere una visual equilibrada y ordenada al espectador, nos encontramos que las figuras ornamentales de los leones, si bien son iguales en representación,  sus posiciones y sentidos diferentes resultan asimétricos, es decir, hay disimetría con respecto al resto de la estructura arquitectónica. 


Se podría considerar, de forma hipotética, que esto debió tener una razón de ser a partir del imaginario de la persona quien encargó las figuras. Con probabilidad el mismo diseñador y constructor Román Cárdenas, en la simbología o alegoría que se buscaba representar con el grupo escultórico ornamental, debería plasmar la esencia de los dos pueblos de Capacho: Capacho Nuevo (Independencia) y Capacho Viejo (Libertad). 


E
l nuevo, representado por el león en posición conocida en heráldica como detenido y en guardia [Statant guardant], que mira hacia Independencia, cuya figura denota a un animal joven y desafiante, preparado al lance producto del mismo ímpetu de la juventud. El viejo, por el león que mira hacia Libertad, en posición sedente o sentado [Sejant], sereno, con la mirada segura y reflexiva que dan los años y la experiencia

De  llegar a ser confirmada la hipótesis con algún documento, estas figuras representarían el primer grupo escultórico ornamental con carácter representativo o simbólico que se erigió en el Estado Táchira. Asimismo, estas esculturas dieron inicio a la época cuando la figura del león fue la imagen representativa del Estado Táchira y de los tachirenses. Época centrada en los gobiernos de los generales Cipriano Castro (1899-1908) y Juan Vicente Gómez (1908-1935). Como nota singular, es de acotar que el Gran Sello del Estado Táchira o sello oficial grabado en seco o en metal y con el cual se autenticaban los documentos más importantes de los poderes públicos del Estado, en el período gomecista, era un elaborado prensa-sellos de bronce con la figura esculpida en un león. Hace varias décadas, este sello, que terminó en manos privadas, salió a la venta a través de un artículo en la prensa regional (Diario La Nación, década de los años 80), y desde allí se ha perdido su rastro. 


Por igual, entre 1924 y 1930 se construyó la imponente edificación en estilo neoclásico francés decimonónico, del Palacio Municipal de la ciudad de San Cristóbal, convertido posteriormente en sede de los poderes ejecutivo y legislativo del Estado. Esta edificación recibió la denominación de Palacio de los Leones por el común, motivado a las figuras de dos leones detenidos y en guardia realizadas en la técnica del modelado, que coronan los extremos superiores de la fachada.




En «La sabana del León», campean dos leones de bronce


Otra hipótesis final, que se plantea -y no descartable- sobre la elección de la figura del león para ornamentar el Mercado de Capacho y con carácter simbólico de los posibles orígenes de la población de Capacho, resulta atinente o atingente con determinada documentación histórica del siglo XIX. La misma se sustentaría en el conocimiento, por parte de la persona quien encargó las esculturas en bronce o hierro fundido de los leones, de lo escrito en la obra «Apuntes Estadísticos del Estado Táchira», de 1877, por Manuel M. Villet: 

«Capacho/Se pierde en el pasado la fundación del pueblo de Capacho; sólo ha podido adquirirse por ímprobo trabajo como un hecho histórico que [… ] su fundación estaba en un lugar llamado “La sabana del León”, porque los bohíos indígenas se había trasladado para amurallarse contra las invasiones de otras tribus que les inquietaban» (VILLET, Manuel M. et ali, El Táchira en 1876, Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses, nº 5. Edición facsimilar de la obra “Apuntes Estadísticos del Estado Táchira - Publicados de orden del Ejecutivo Nacional presidido por el Gran Demócrata General Francisco L. Alcántara”. Edición Oficial - Caracas, Imprenta Nacional 1877”, p. 196: “Capacho”).

(1) El art déco, con su abstracción de formas y geometría simple, en el Estado Táchira, tuvo una valiosa expresión arquitectónica y ornamental con la construcción del Hotel Bella Vista, en San Cristóbal, en 1943. Ya desaparecido, sólo queda la estructura y algunos elementos ornamentales que dicen poco de su antiguo esplendor.

La Fuente de los Acantos/Fontaine des Achantes




Fuente de los Acantos (Fontaine des Achantes). Es una fuente ornamental con dos pilas que se encuentra en la plazoleta del Mercado de Capacho, inaugurada el 24 de junio de 1926. Su nombre se debe al elemento artístico predominante en toda la obra: las hojas de acanto [Nombre científico: Acanthus mollis], elaboradas con exquisita maestría naturalista  que, en forma ascendente, conforman a su vez el nudo del astil de la obra y en relieves en las caras exteriores de las dos pilas. Este elaborado nudo sostiene y separa a su vez la estructura superior con las pilas de la estructura inferior o basamento en forma de pedestal trapezoidal en dos cuerpos.

Si bien, hasta la fecha, se desconoce documentalmente su origen, esta fuente, por el material empleado en su realización así como la impronta artística en el cuidado de los detalles y perfección de las formas barrocas que la caracterizan, no resulta descartable identificarla como propia del arte de las fuentes y vasos ornamentales franceses para exteriores, hechos en bronce o hierro fundido, por ser un material más resistente, a fines del siglo XIX. Igualmente, estos elementos ornamentales estuvieron inspirados en los acantos de las tederas o gueridones dorados (lámparas de pie con figuras humanas que sostienen copas de acantos, que a su vez sirven de base a luminarias de tipo araña) que se encuentran en el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles, en las cercanías de París, Francia, y que datan de fines del siglo XVII (Foto: Samir Sánchez, 2010).




Casa del Mercado, Capacho Nuevo/Independencia. Foto: J. Benet, 1928, Guía General de Venezuela 1929.





Panorámica de Independencia/Capacho Nuevo con paisaje de fondo. Ese paisaje está marcado por la sierra de la Maravilla y sus máximas alturas de los páramos de Guarín, El Pino y su pico La Maravilla (que da nombre a la sierra, 2.395 m), El Oso y Moraleño, cubiertos en parte por un cúmulo de nubes. Esta sierra es el límite oriental del valle de Santiago y emplazamiento de la ciudad de San Cristóbal, capital del Estado Táchira. Por igual, la panorámica permite ubicar en su actual contexto urbano a la histórica edificación de la Casa del Mercado de Capacho Nuevo (Foto: @dosgphoto. Reproducción con fines didácticos). 


Ubicación de las obras estudiadas

Fuente: Sigrid Márquez, 2013


Otras esculturas antiguas, en bronce,  en el Estado Táchira



Estatua de El Libertador Simón Bolívar (2,76 m de altura y se encuentra sobre un pedestal tipo trípode de 6 m). La escultura es obra de Giovanni Turini, Nueva York, 1893 y el pedestal del arquitecto tachirense Fruto Vivas, 1956). Plaza Bolívar de Lobatera, Estado Táchira. Elaborada en bronce para coronar el edificio de Venezuela en la Exposición o Feria Universal de Chicago de 1893 (Foto: Samir Sánchez, 2011).



Detalles del cuidado y perfeccionado acabado y reproducción iconográfica en bronce de El Libertador Simón Bolívar de Lobatera. Estatua pedestre obra del escultor Giovanni Turini, Nueva York, 1893 (Fotos -incluyendo las dos siguientes-: Darío Hurtado, 2015). Aspecto que presenta la escultura luego de los trabajos de restauración realizados en 2012, por la Alcaldía del Municipio Lobatera.









Firma del escultor Giovanni Turini (1848-1899) y año de realización de la estatua de El Libertador, en Nueva York, 1893. Aspecto que presenta la peana de la escultura, luego de los trabajos de restauración realizados en 2012, por la Alcaldía del Municipio Lobatera.




Busto en bronce de Bolívar cívico, el cual tuvo por modelo el perfil de Roulin, dibujado el 15 de febrero de 1828, momento en el cual El Libertador vestía levita del alto cuello vuelto, de grandes solapas y chaleco que permite ver las puntas caídas de la corbata, de allí procede la denominación de cívico. Fue la primera escultura en bronce de El Libertador que llegó al Estado Táchira en 1912, donada por el Presidente de los Estados Unidos de Venezuela, General Juan Vicente Gómez. Se instaló sobre una columna ática, en el centro del Parque Bolívar de San Cristóbal y permaneció allí hasta 1929, cuando es sustituida por la estatua ecuestre encargada a Pigna y Sucesores. Trasladado el busto a la ciudad de San Antonio del Táchira, estuvo en el Paseo de la Confraternidad, junto al río Táchira y en 1983 es devuelto a la ciudad de San Cristóbal, instalándose en la Plaza del Rectorado de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET). Foto: Samir Sánchez, 2016.


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Más información sobre la estatuaria clásica monumental y ornamental, en el Estado Táchira, puede ser consultada en los siguientes artículos y ensayos: SÁNCHEZ, Samir A., "Arte e historia de antiguas estatuas conmemorativas del Estado Táchira, Venezuela" en Procesos HistóricosRevista de Ciencias Sociales y Arte, Universidad de Los Andes, Mérida; en "Memoria de bronce, el Bolívar de Lobatera" en Revista Heurística, Universidad de Los Andes, Mérida, y  "La estatua ecuestre de El Libertador en San Cristóbal, un bronce clásico", Proyecto Experiencia Arte 2015.




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