Caudal del río Quinimarí al descender de las montañas del macizo del Tamá en tiempos invernales (Foto: Protección Civil Estado Táchira, 2017).
Voz de los mitos de la montaña, del agua y de la naturaleza
Samir A. Sánchez (2018)
Conumerí o Quinimarí, es el primer topónimo tachirense que se conoce hasta la fecha. Está registrado, en forma escrita desde mediados del siglo XVI y era una voz autóctona o aborigen que quedó, para la historia, en la carta que enviara el Gobernador de la Provincia de Venezuela, Don Juan Pérez de Tolosa, al príncipe Felipe (futuro Felipe II) quien presidía el Consejo de Estado y Regencia para los asuntos de la monarquía hispánica en nombre de los reyes de España, Juana I de Castilla y a su hijo Carlos I. La carta fue escrita en Río de la Hacha, el 7 de septiembre de 1548. En las misma se informaba al príncipe y a los monarcas sobre las noticias recibidas de la expedición que saliera el 14 de noviembre de 1546, de El Tocuyo (en el actual Estado Lara), dirigida por su hermano el capitán Alonso Pérez de Tolosa, Teniente de Gobernador y Estante de la ciudad de El Tocuyo, para la búsqueda de tierras por poblar y de un paso o ruta comunicacional y de comercio entre la Gobernación de Venezuela y el Nuevo Reino de Granada.
El texto de la carta donde se especificaba lo que sucedió en agosto de 1547, dice: “Después de estar aquí supe que los que envié a buscar tierra nueva para poblar acertaron en las vertientes de unas sierras que se dicen de Conumerí, a treinta leguas de la población del Nuevo Reino [Tunja]. Diz que están pobladas [por pueblos aborígenes o naturales]”. En lo geográfico hacían referencia a las montañas del macizo del Tamá, a las vertientes que daban origen al río Quinimarí. Es de recordar que esta primera expedición española entró a tierras tachirenses, desde el piedemonte andino por el cauce del río Uribante, siguió luego el del río Quinimarí, el del Torbes y giró hacia occidente a buscar los valles del río Táchira y Cúcuta.
En ese choque de culturas, cruento momento de barbarie extrema y ejemplo de la naturaleza humana en no reconocer la alteridad, tuvo que oírse esa primigenia palabra en voz o canto de sus naturales al señalar sus tierras, y quedar resonando en la mente de los conquistadores para luego transcribirla en la carta con los fonemas castellanos que más se le asemejaron a lo oído.
El manuscrito donde está ese primer topónimo que debe marcar y dar impronta, a su vez, a nuestra primera tachirensidad, se encuentra en la sección de Patronato, 197, Rº 23, fs. 1-95 vto. del Archivo General de Indias de Sevilla (España) y copia de la misma en la sección de Traslados, del Archivo de la Academia Nacional de la Historia (Caracas).
La actual grafía de Quinimarí, por los documentos de diferentes épocas revisados, por derivar del paso de una lengua ágrafa a otra escrita, es el resultado de una paulatina evolución y transformación, gráfica y fonética, del vocablo Conumerí; Cunumerí; Quenemarí, en los siglos XVI y XVII; y se afianza como Quinimarí, a partir del siglo XVIII.
El texto de la carta donde se especificaba lo que sucedió en agosto de 1547, dice: “Después de estar aquí supe que los que envié a buscar tierra nueva para poblar acertaron en las vertientes de unas sierras que se dicen de Conumerí, a treinta leguas de la población del Nuevo Reino [Tunja]. Diz que están pobladas [por pueblos aborígenes o naturales]”. En lo geográfico hacían referencia a las montañas del macizo del Tamá, a las vertientes que daban origen al río Quinimarí. Es de recordar que esta primera expedición española entró a tierras tachirenses, desde el piedemonte andino por el cauce del río Uribante, siguió luego el del río Quinimarí, el del Torbes y giró hacia occidente a buscar los valles del río Táchira y Cúcuta.
En ese choque de culturas, cruento momento de barbarie extrema y ejemplo de la naturaleza humana en no reconocer la alteridad, tuvo que oírse esa primigenia palabra en voz o canto de sus naturales al señalar sus tierras, y quedar resonando en la mente de los conquistadores para luego transcribirla en la carta con los fonemas castellanos que más se le asemejaron a lo oído.
El manuscrito donde está ese primer topónimo que debe marcar y dar impronta, a su vez, a nuestra primera tachirensidad, se encuentra en la sección de Patronato, 197, Rº 23, fs. 1-95 vto. del Archivo General de Indias de Sevilla (España) y copia de la misma en la sección de Traslados, del Archivo de la Academia Nacional de la Historia (Caracas).
La actual grafía de Quinimarí, por los documentos de diferentes épocas revisados, por derivar del paso de una lengua ágrafa a otra escrita, es el resultado de una paulatina evolución y transformación, gráfica y fonética, del vocablo Conumerí; Cunumerí; Quenemarí, en los siglos XVI y XVII; y se afianza como Quinimarí, a partir del siglo XVIII.
Este importante río tachirense, nace en los manantiales septentrionales del pico El Cobre a más de 3.600 m, en las cumbres del macizo del Tamá, y discurre en sentido sur-norte hasta encontrarse con el levantamiento de la pétrea formación geológica de cerro Negro y La Alquitrana [o Trampa geosinclinal de La Alquitrana, donde se encontró y extrajo petróleo a fines del s. XIX], que le obliga a cambiar su rumbo, ahora hacia el este hasta su confluencia con el río Torbes, que finaliza en esta unión. El Quinimarí, ya con las aguas del Torbes, sigue en sentido suroriente, con su nombre, hasta el cerro La Vigía y poco antes del sitio de El Variante, donde finaliza al tributar sus aguas al río Uribante. Es importante recordar que en la tradición geográfica aborigen y española de América, cuando se unían dos ríos, quebradas o corrientes de agua, el nombre lo mantenía el río que aportara mayor caudal (Cfr. Historiadores de Indias. Tomo I, Capítulo IX, Escritos de Fray Bartolomé de las Casas, Nueva Biblioteca de Autores Españoles, Nº 13, Madrid, 1919, p. 24).
Tomado de: Sánchez, Samir. Diccionario de Topónimos históricos del Estado Táchira. Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses, No. 207, San Cristóbal, 2018, pp. 60 y 298.
Imagen: Puente "22 de Octubre de 1899" en el sitio El Tambo, sobre el río Quinimarí. Fuente: Memoria del Ministerio de Obras Públicas, Gobierno de los Estados Unidos de Venezuela, año de 1904. Digitalizada y coloreada por Bernardo Zinguer, 2022.
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